Este martes, preparé un artículo sobre la ‘salida delarmario’ del saltador olímpico británico Tom Daley.
Sinceramente, no me parecía una ‘noticia’, pero lo hice a
petición de uno de mis compañeros - con muy buen criterio-, quien estaba viendo
cómo dicho anuncio volaba por las redes sociales.
Así que lo hice. Miré el vídeo –Daley lo contaba a través de
una grabación que colgó en Youtube-, leí teletipos y revisé la prensa
británica. Pero, a pesar de todo, sigo sin entender por qué sigue siendo
novedad que alguien cuente sus preferencias a la hora de acostarse con alguien.
Me sigue sorprendiendo que algo así sea tan importante como
para que un chaval de 19 años, ¡que hasta ha ganado una medallas olímpica!,
tenga que hacer un comunicado público sobre su relación con un hombre.
Ningún hetero va por ahí diciendo: “Hola, soy Mengano y soy
hetero”. ¿A quién le importa con quién se acuesta Mengano sino a él y su
pareja?
Pero esta falsa normalización que estamos viviendo no sólo
se refleja en los anuncios de personajes conocidos.
Últimamente he conocido casos de amigos o conocidos que
descubren que también disfrutan del sexo con personas de su mismo sexo -valga
la redundancia-, e inmediatamente les viene a la mente la pregunta: “¿Cómo se
lo voy a decir a mi familia?”. Y me pregunto yo… ¿les contarán a sus familias
todo lo que hacen en sus momentos íntimos? No entiendo que esto sea algo
distinto. Otra cosa es que una relación funcione. Ahí tendrán que explicar a su
allegados que ellos son felices con esas personas, y no les importa lo que
tengan entre las piernas.
En un mundo en el que cada vez existe más mezquindad, que
hay más rupturas, divorcios y engaños, ¿por qué tenemos que poner en tela de
juicio que un chico, que habitualmente salía con chicas, esté manteniendo una
relación con un hombre?
Honestamente, creo que el mero hecho de tener que anunciar este tipo de cosas muestra que aún nos queda mucho camino para alcanzar la libertad.
Honestamente, creo que el mero hecho de tener que anunciar este tipo de cosas muestra que aún nos queda mucho camino para alcanzar la libertad.
Es un tema tan normal para algunos y a su vez gravisimo para otros, que solamente le consiguen dar importancia, aquellos que realmente no saben en que día vivimos.
ResponderEliminarGracias Isa, leerte y conocerte es un placer.