viernes, 7 de enero de 2011

Otro nuevo año que comienza...

Tirando de inspiración momentánea y unos minutos de pseudo cordura mental, aquí estoy de nuevo.
El primer post del año y sigo igual que la última vez que escribí. Sigo siendo una ni-ni, ni estudio (un curso online de cuatro temas no lo puedo considerar estudiar) ni trabajo. Pero parece que esto de comenzar años como que siempre anima y yo no soy menos.
Es cierto que el principio ha sido un poco, como diríamos, catastrófico. He estado en el pueblo y toda la familia (quitando 3 honrosas excepciones de entre unos 25 que somos) hemos estado enfermos. Yo terminé el año peor que lo empecé, pero tampoco estoy para tocar castañuelas.
El asunto es que menos mal que no creo en estas cosas de terminar la uvas (que este año, de nuevo no he podido terminar gracias a mi tío Javi y su maravillosa pregunta “¿cúantas quedan?” en la segunda uva…), porque cualquiera diría que este 2011 en vez de mejorar el asunto para mí y los miembros de mi familia va a empeorar pero a base de bien.
Sin embargo, como ya he comentado, no creo en la suerte, pero sí en la energía de cada uno. Por esa razón empezar un nuevo año yo siempre lo veo como empezar un nuevo ciclo que, si se inicia y continua con la energía adecuada, es decir,  positiva, siempre va a dar satisfacciones.
No creo en la suerte, creo que cada uno se hace su camino a cada segundo que pasa, en cada elección que toma, por ínfima que sea y a cada palabra que lanza al viento.
 Yo hablo y critico y bromeo y me indigno continuamente. Reconozco que por los tiempos que estoy viviendo, éste último lo practico un poco más. Pero siempre es la palabra la que pone en evidencia el camino que he ido eligiendo toda mi vida, y a esto precisamente quería llegar.
Hace unos días hablé con una amiga sobre asuntos relativos a las relaciones sociales y la vida moderna,  por decirlo de alguna manera, y llegué a la conclusión de que mi vida siempre ha sido regida por mí. Ayudada por quienes me quieren, eso sí, pero en última instancia yo y solo yo he labrado lo que estoy viviendo ahora.
Así que he decidido que mi propósito de año nuevo va a ser, más que nunca, reafirmarme en ese comportamiento, en esa gran parte de mi ser. Que quién me conozca, me descubra o me quiera, se enamore de esa parte de mí,  porque es la que me está dando todo el ánimo para no tirar la toalla y luchar todos y cada uno de los días de mi vida.
Así que feliz nuevo año de esperanzas y buenas energías para todos!
P.D. Este post se lo dedico a mi amiga Ruth y todos aquellos que me animan a escribir.