viernes, 27 de abril de 2018

Justicia machista

El 8m fue un grito conjunto de las mujeres españolas en contra de un sistema que nos trata de manera distinta al hombre. Fue un basta ya emocionante y emocionado. Fue el inicio de una lucha que no va a cesar, ni si quiera ante golpes tan duros como el de ayer.

Este jueves 26 de abril de 2018, la justicia española (representada en varios hombres, claro), ha considerado que la violación de la Manada en los Sanfermines de 2016 a una mujer que no alcanzaba la veintena no fue tal. No. Fue abuso sexual.

Según nuestra justicia, la diferencia entre una violación y un abuso sexual es la violencia e intimidación. En otras palabras, si te fuerzan a tener sexo pero no te dan un bofetón es abuso, si no es violación. 

Pero, yo me pregunto, ¿no es intimidatorio que cinco hombres de más de 80 kilos de peso cada uno te rodeen de noche junto a un portal, te 'inviten' a entrar y te desnuden? Señores jueces: si esta mujer ha denunciado es porque no consintió, porque ultrajaron su intimidad de la peor forma que se puede hacer, porque la sometieron a una terrible vejación... pero, lo más importante, denunció porque sigue viva.

Estoy tan triste y dolida con esta situación... me parece tan injusta... que no sé ni cómo ordenar todo lo que quiero decir. Pero lo cierto es que creo que todas las que ayer nos manifestamos en distintos puntos de España estamos unidas por una determinación: si la justicia no nos apoya, empezaremos a hacer justicia por nuestra cuenta.

Con esta entrada solo quiero dejar constancia de que ya no voy/vamos a tolerar más.

Invito a todas las que lo lean a que lo piensen. Si ellos, los machistas, creen que siguen estando por encima de nosotras se equivocan. Vamos a armarnos. Aprendamos a defendernos, ataquemos al atacante y apoyemos a las que nos rodean para que hagan lo mismo. Si ellos no quieren ponerse a nuestro nivel, seremos nosotras quienes nos pongamos al suyo, pero eso, señores, es la guerra.

Creo que en unos días me habrá bajado el calentón y piense: "Menuda memez que escribiste". Pero lo cierto es que cada día me doy más cuenta de lo difícil que es que los hombres bajen de su trono. Aunque, queridas, bajarán. Claro que bajarán. Porque sin nosotras nada funciona y nos están apretando tanto que vamos a explotar de verdad.

Basta ya de poner el foco en la víctima. Basta ya de tratarnos como si fuéramos niñas a las que tutelar. Basta ya de intimidarnos por las calles. Basta ya.

Solo me queda decir a la mujer violada por esa panda de machistas malnacidos: no estás sola y nosotras lucharemos para que se te haga justicia.