lunes, 2 de julio de 2012

Un respiro


Tras meses, o mejor dicho, años,  padeciendo el ataque de los medios que vaticinan el apocalipsis económico de este país, parece que por fin los españoles se toman un respiro. 

Aun no siendo muy partidaria del espectáculo del fútbol  (me recuerda más al pan y circo de los romanos de lo que pensaba), ayer me di cuenta de que para muchos de nosotros esa alegría por la victoria de la selección no lo es tanto por la excelencia del equipo que nos representa, sino porque por fin, después de mucho tiempo, hay una buena noticia.

Curiosamente hoy comienzo mis prácticas en El País. Me han situado en la sección de domingo, lo que significa que podré desarrollar temas sin preocuparme tanto de la actualidad más inmediata. Podré (o eso creo) contar cosas ‘bonitas’.

Siempre he creído que el mundo necesita estar más informado sobre lo que pasa alrededor  y lo sigo pensando. Pero la prima de riesgo no es lo único que está sucediendo. Hay lugares del globo donde la gente sigue muriendo de hambre (desde hace mucho tiempo), hay sitios donde los homosexuales se tienen que esconder, hay naciones donde las mujeres no pueden enseñar más que sus ojos cuando caminan por la calle.
De pronto no solo no paramos de mirarnos al ombligo, sino que nos preocupamos de la única cosa que seguro que no podemos controlar, los famosos mercados.

Obviamente tampoco podemos controlar a Cesc o Casillas, son seres humanos libres (y con mucho más dinero que los demás para hacer lo que les viene en gana, por cierto), pero gracias a esta competición ‘futbolera’, muchos de nosotros hemos dejado un poco de lado la obsesión por salir de la crisis y hacer bien nuestros trabajos para seguir pagando la hipoteca. Hemos hecho un hueco para los amigos y la familia.
 
Ayer vi el partido con mis amigos y uno de ellos comentó: “Parece Noche vieja, todos besándonos y llamándonos por teléfono”. Creo que aunque odie el negocio del fútbol, tengo que admitir que este respiro nos ha venido bien a todos.

Ahora solo falta que los jugadores repartan un poquito de lo que han ganado… Pero ese es otro tema.