lunes, 23 de mayo de 2011

Mientras tanto...

Tras una semana de acampada y protestas, debates y propuestas, asambleas y consignas ayer volví a darme contra la realidad. Es cierto que lo que se está fraguando en Sol no iba a dar frutos tan pronto, pero lo cierto es que sí lo ha hecho.

La izquierda ha castigado a los que se denominan socialistas, de ahí la inmensa pérdida de votos (casi dos millones). Además IU, aun siendo un partido que muchos contemplamos como mano “izquierda” del PSOE, es minoritario y no ha tenido tampoco malos resultados. Un tanto de lo mismo ha sucedido con UPyD, partido nuevo, dirigido por una rebotada, pero opción real entre el ideario estático que muestran los dos grandes partidos.

Ahí es donde se ve Sol, así y en el 33 por ciento de abstenciones.

Sin embargo, como siempre, es la izquierda-“progresista” la que reacciona, la que asume, la que critica. La que, en definitiva, corre el riesgo de asumir que suceda lo que sucedió ayer. Porque cuando en Sol se está pidiendo un cambio del sistema, el partido que engloba a la derecha conservadora de España mantiene los votos. Y es que no nos engañemos, el PP ha tenido tan solo 200.000 votos más, lo que quiere decir que el espectro de votantes es siempre el mismo. El voto conservador no cambia, y eso es lo que me entristece.

Es cierto que para muchos Sol perdió el rumbo por un ideario demasiado de izquierdas sin saber englobar las tendencias de todos los colores, cayendo en el cliché de siempre de que los cambios tienen que ir subrayados en color rojo, lo cual no es cierto. Pero lo que se ha pedido, en definitiva, es un cambio en el sistema.

Mi, nuestra, generación tiene el deber de romper con la tradición política de este país que proviene, ni más ni menos, de una dictadura. Cuando yo nací Franco había muerto una década antes. No entiendo de fachas o de rojos. Sólo entiendo de personas que quieren sacar adelante un país. Modernizarlo. Hacer un lugar agradable para vivir y envejecer. Y eso es justamente lo que falta en los partidos tradicionales españoles.

Si España ha cambiado tanto en tres décadas, ¿por qué no lo hacen los partidos? ¿Por qué seguimos viendo las mismas caras en las listas? Yo, como mujer de mi generación, no entiendo, repito, no entiendo este sistema. No hay un solo político que me represente y sin embargo parece que a la gente le da igual.

Si el bipartidismo es un fallo, el monopartidismo lo será aun más. Yo creo que el PSOE merecía lo que ha sucedido (y sucederá en marzo), pero creo que la solución no es dejar en manos de un solo grupo el poder de tomar decisiones que nos incumben a muchos.

Espero ver el día en que en España se crea un sistema más acorde con el mundo y la realidad que vivimos, pero lo que está claro es que este país necesita dos cosas: un nuevo sistema electoral y una renovación en los partidos, tanto de personas como de ideario/propuestas.

Mientras tanto aquí seguiremos, frustrándonos los de siempre y luchando los de siempre. Porque mientras la educación no signifique educación en la práctica democrática, seguirá pasando esto y nunca nada cambiará.

martes, 17 de mayo de 2011

Por que ya era hora

Ya era hora de que la gente se quejara por todo y por nada. Ya era hora de romper con lo establecido, ¿que qué pedimos? ¿Les parece poco todo? 

Perdonadme pero hoy estoy especialmente enfadada. No entiendo escepticismos al respecto. Señores, llevo desde hace siete meses buscando un trabajo (hasta me he ofrecido a currar gratis) y ni una sola entrevista. ¿En serio soy tan asno como para merecer esta situación? Llamadme engreída pero no lo creo. Lo único que creo es que demasiado poco hemos gritado.

Yo me levanto cada mañana con la desesperanza al lado y aun tengo que soportar que tertulianos de la televisión (sí, esos genios estudiosos y con numerosas carreras en su mayoría…) comenten: “Uy! El FMI ha asegurado que la de nuestros jóvenes es una generación perdida. Uy, uy, uy, qué pena!”

No lo entiendo.

No entiendo por qué tantas y tantas personas consideran que como estamos mejor que en otros países en cuanto al desarrollo social (¿africanos?) aseguran que hay que entrar en el juego de la política y dejarse de tanta pantomima en la calle. ¡No os enteráis! Llevamos demasiado tiempo padeciendo un sistema que con la careta de democrático hace de nosotros, los personajillos que hacemos posible un país, que creamos precisamente eso, que es suficiente. Pero no es así. Nos dicen que votemos, pero luego los gobiernos que surgen de esas votaciones (con un sistema electoral de los más injusto, por otra parte…) hacen lo que quieren, como quieren y cuando quieren.

No se engañen, quizás esto  caiga en saco roto como muchas otras cosas, porque el sistema nos tiene bien agarraditos. Pero la solución no es ponerse al lado de esos inútiles que se hacen llamar políticos, no. La solución está en hacer ver a sus vecinos qué es lo que pasa. Para explicar a sus padres por qué no somos una generación perdida, o al menos, no por nuestros medios.

Porque somos mucho más capaces de lo que han sido generaciones y generaciones de jóvenes en este país y se nos está vapuleando.

Basta ya, ¿no les parece?