Porque escribir relaja, entretiene, libera la mente, ayuda a reflexionar. Porque leer relaja, entretiene, libera la mente, ayuda a reflexionar y te enseña cosas. Y, sin andarnos por las ramas, porque es aburrido no quejarse... y mucho menos en los tiempos que corren
martes, 14 de diciembre de 2010
El fenómeno sin análisis
jueves, 2 de diciembre de 2010
Cuando la razón quiere salir pero la locura no le deja
La verdad es que no quería empezar mi nuevo blog con profundidades psicológicas, pero la nieve, la Navidad y, sobre todo, mi situación actual me invitan a hacerlo.
Hoy me pregunto, ¿qué sentirá el padre de familia, el hipotecado, la madre soltera… todos esos parados? Últimamente me obligo a recordarme que, aunque mi personalidad me haga difícil estar sin nada que hacer hasta que el deseado trabajo aparezca, soy muy afortunada.
Siempre lo he considerado así, ya que la vida que he podido llevar, el mundo que se me ha permitido disfrutar ha sido prácticamente perfecto. Algo que no es así para millones de personas, no solo en otros países, sino a mi alrededor, en mi mismo país.
Yo me he obligado cada día a exteriorizar esa felicidad, ya que me parece lo más justo. Ya que yo puedo serlo, al menos debo vivir consecuentemente, me digo cada mañana. El problema es que últimamente, por razones ajenas a mi persona, me cuesta más trabajo.
Sin embargo, entre razonamiento y vuelta de tuerca (como apunta hoy el diario Público...) siempre llego a la misma conclusión: independientemente de todo, sigo siendo muy afortunada. Porque me frustro porque me gustaría tener algo que hacer, desarrollarme como profesional, empezar una vida adulta (o pre adulta, como prefiráis). Pero en realidad no tengo ninguna presión económica real.
Mi vida sigue igual, más o menos, sin domicilio fijo y sin rumbo claro, pero igual que siempre. Llegará un momento en el que me salga un trabajillo, o empiece un máster, o me vaya a estudiar idiomas. Es decir, más de lo mismo, sin agobios, simplemente desarrollándome. Pero aquí es donde la angustia me atrapa, ¿cómo lo llevaría si en realidad necesitara ese ansiado trabajo? He decidido que no es justo para todos esos millones de personas que sí lo necesitan que yo esté agobiada.
Con este post, lo que intento es, no solo echar un poco de luz a mis ideas, sino proponer un tema de reflexión más allá de lo que hay. Tenemos que echar todos juntos adelante, pero muchos también tenemos que pensar que en el fondo somos unos grandes afortunados.