Hoy, 365 días después, ya no tengo esa ilusión al empezar un curso nuevo, tengo la ilusión de comenzar a formar parte de un nuevo medio: El Huffington Post.
Sé que, casi con toda seguridad, este empleo es algo temporal, pero tengo la intuición de que justo ahora, pocos días después de tomar las uvas para recibir el nuevo año, algo bonito comienza en mi vida.
También sé que va a ser difícil. No este año, que ya lo tengo solucionado, sino los que le siguen. Sin embargo, por primera vez en muchos meses, me he quitado la angustia que me rodea, la incertidumbre que me aborda en cada esquina y la tristeza que se respira en las calles de España. Se acabó. Voy a volver al campo de juego.
Se terminó estar asustada. Se acabó el pensar continuamente en el futuro. Voy a vivir mi presente y voy a hacerlo con todas las fuerzas que he conseguido recordar que algún día tuve.
Como solía hacer cuando escribía por aquí con más regularidad, hoy quiero dedicar este post a mis nuevos compañeros, a los chicos y las chicas del periódico.
Pero también quiero recordar a mis compañeros del Equipo A y del proyecto de digital (Victoria, Manolo y Álvaro incluidos), que esta vez, además de los de siempre (mi grandísima familia y amigos), ellos me han hecho volver a sentirme potente, enérgica y valiosa.
A partir de aquí, más y mejor.
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